lunes, 20 de diciembre de 2021

Dejándome llevar.



 Por circunstancias, al final no se formó grupo de trail, ni me animé tampoco a unirme a otro con el que habría tenido compañía, aunque con un ritmo ... para un rato. 

Por tanto, decidí salir solo. Se me da bien, 😂 Bajé al garaje con dos opciones. Mientras colocaba la bolsa y sacaba el coche para dar salida a la Avispa, se me olvidaron las dos.

La salida del garaje siempre la hago a la izquierda. Me dejé llevar y me dirigí a la A VI atravesando Madrid y sus calles vacías poco antes de las 9; Nada de oscuros y cada día más negros túneles inacabables a 70.

Allá por Aravaca seguía sin saber dónde iba, pero, mirando al horizonte me vino ese camino que ya no recorro hace la tira de tiempo, con lo que en la salida de El Escorial me desvío a eso de las nueve pasadas.

El puerto de Galapagar... "pami tó". Subía desconcertado por el suelo que no estaba seco - de niebla de la noche - y muchas señales verticales nuevas que me confundían sobre velocidad y existencia de radares, recordando al Puerto de Los leones de subida desde la colindante Segovia. Y no por querer ir como antaño, sino por hacerlo de corrido, a mi ritmo, y lo que consigue sacarme la primera sonrisa de la mañana. Además de conducir, ese puerto guarda muchos recuerdos.

Salí de Galapagar disfrutando de las praderas verdes de la izquierda, con ganado y la Casa de "Psicosis", y pensé en bajar al pantano a ver cómo estaba aquéllo. Cogí el desvío de la Urbanización, y de primeras me encuentro a la Guardia de Pesca del lugar, con una chulada de Dacia Duster. Estarían haciendo su trabajo, pero, detrás de la valla. No recordaba esa valla , ni las cancelas. Salí pitando, lamentando no poder recorrer esa mala carretera en la que antes uno podía entrar. Podían haber construido unas plazas de aparcamiento y limitar el aparcamiento a un número determinado de coches y motos, poner aparca bicis, y sumar unos buenos y abundantes basureros, en vez de prohibir y montar vallas.




Seguí la preciosa y solitaria carretera y comencé la subida del Puerto de la Cruz Verde. Me fijé en la vieja casa que le gusta a Ziervo, y disfruté lo más de las curvas de forma tranquila y las nubes flotando por el valle. Subí al mirador, estuve observando el valle y la única moto en el aparcamiento de los restaurantes del Puerto.

                          


Para Ávila pintaba feo, así que me fui a buscar Fresnedillas y por ahí.





 Alguna pista ya conocida, pero, en la que siempre acompañado y pensando en moto, camino, y seguir al grupo, nunca había parado a ver esto.




Más adelante y en uno de los escasos caminos que cogí, me paré a tomar la merienda. No hacía mucho frío. Silla, y mis cosas. No se trata ya de que quien viaja solo haga lo que quiera, sin dar explicaciones a nadie, sino de darse, además, el placer de.... un pan pan tostado con aceite y sal, por ejemplo. "El buey suelto bien se lame", eso reza el refrán.




Ya recogiendo, pienso en donde estoy, de qué tiempo dispongo, y de cómo y por donde regreso.  Ya he visto que la circulación y el trasiego de motos aumenta, por lo que seguiré acercándome a Valdemorillo, Villanueva de la Cañada y me daré la vuelta por Brunete para encontrarme motos, viendo qué motos pasan, cuáles abundan. También veo mucho buey suelto a su tran tran, en trail con años, como V Strom 650 de la primera serie. Transalp, 700 no, pero 650 sí, alguna que otra y mucha moderna naked con el faro caído, casi encima del guardabarros.

Pues nada, ya carretera con varios carriles y para casa que como se añade al refrán " el buey solo bien se lame, pero, mejor se lame el uno al otro".





miércoles, 8 de diciembre de 2021

Vuelta por Almoguera.

 Se acaba el año y toca quemar días de vacaciones. Esta es la parte positiva, y la negativa es el tiempo adverso normal en estas fechas, si te gusta estar por ahí, fuera de la ciudad.




La niebla fue intensa, y no levantaba. Suma que todo lo que me gusta del sencillo LS 2 (cómodo, pantalla sin vibraciones y estanca, cierre y ausencia de parasol que tantísimo he notado) deja de hacerlo con niebla: no he visto nada peor en todos los años de moto que llevo y kms recorridos, que no son pocos. Paré en la gasolinera de Mondejar con la idea de limpiar la pantalla, echar gasolina, conectar los guantes para calentar las manos y media vuelta para casa tras hora y media sufriendo y maldiciendo.

Sin embargo, hice todo lo dicho pero me tomé una guarrada de café de esas máquinas de gasolinera poco más grandes que las de casa. Cuando salía del interior, la niebla levantaba, y la mañana quedó tan gris como se ve en la foto, pero, claro, esa era ya una realidad muy distinta.



Así que, llegué a "mi" balcón del Tajo, primero a la Ermita de Almoguera, donde saqué los trastos y me tomé el café que menos me disgusta.



"Trastos". Enrique, Carlos, Juan Antonio, el otro Carlos, se quejan de mis trastos desde siempre, y del peso que supone llevarlos. Pero, forman parte del encanto de "irse por ahí".



El calor del café, su cafeína y la buena ración de azucar, ahora sí, me inyectaron ánimo y empuje para bajar al embalse, cotillear por la presa, y continuar recorriendo "mi" balcón del Tajo.



Imaginé la posibilidad de encontrar zonas escurridizas. Bajé las presiones y me dije que media vuelta si iba a repetirse aquél día con J Carlos, Luis y Ricardo, en el que acabamos como verdaderos cerdos llenos de barro y cansados de levantar las motos.

Sin embargo, el camino resultó fácil y grato.




Querían asomar los primeros rayos de sol. ¡Oh, sorpresa! Esta zona, que he de recorrer en bici, es excepcional, y si la ilumina el sol, lo bordamos.

Un pastor me pregunta por la moto. Corta charla y me asomo a ver cómo anda de basura humana la base de pescadores


Se encuentra limpio, si bien, como este año no han trabajado la tierra de arriba, encuentro lo que deseo: vista al agua desde lo alto, cero viento, gorro, trinos, y ausencia de ruido - ni el tractor ese que me persigue siempre-.

El agua y el canto de las aves desestresan. De hecho hay terapias en las que se emplean grabaciones de cantos de aves. Sumemos que cuando cantan nos sentimos seguros, porque si callan, algo pasa.

Mis trastos me hacen pasar un buen rato: comida caliente tras un ensalada, postre (turrón duro), silla que me colocaré "cara al sol", pues, al final el pronóstico acierta por un rato por la zona indicada.


Si, el mundo cambia cuando estoy por ahí, no hay ruidos, no hay prisas, no hay obstáculos como calles, semáforos, pasos de cebra infectados de gente, falta de espacio, y todo es y te traslada tranquilidad. Ni me veo ya en grupo de amigos metiendo rueda. Uno tras otro al tran tran recorriendo sí, pero corriendo no.

Salgo de la zona, aunque a los pocos kms me lío por otra pista que ni recuerdo dónde cogí. Se nubla. El día se queda como cuando se fue la niebla. 


Curiosas sensaciones en este ocre bosque, con cielo encapotado. Creo me miraba el bosque. Quizá le molesté al hinchar las ruedas con el ruidito de la útil bombita con batería. Me zampé el otro trozo de turrón y me eché a la carretera camino de Olmeda de las Fuentes,  con mi sencillo LS 2, ese con el que llego a la casa con el cuello más relajado por no llevar el también útil parasol, pero, con el que siempre tienes que llevar cuidado de que el viento no tire más de la cuenta "parriba".

LLego a Arganda, visito el camping, y ya con las conclusiones sobre él claras, llego al barrio, aparco la moto, la cubro y a seguir.







 


martes, 30 de marzo de 2021

"Acorralado II", por Orusco

 

Estoy cada vez más convencido de que merece la pena montar menos horas, a horas en las que hay menos gente, y evitar riesgos de salirse de la pequeña Comunidad de Madrid, y de entrar en contacto con personas porque cuesta madrugar y porque no aprendemos que debemos vivir separados.



En los pueblos, debe haber un médico que se acerca una o dos veces por semana. Sin embargo no se cumple. Tampoco se cumple el protocolo de ir a vacunar al domicilio de los mayores, al menos al 100 %, y si te toca, evidentemente no se cumple. Y lo mejor, no te dan un salvoconducto para ir a la Provincia de al lado para justificar el traslado porque no se considera suficiente motivo acompañar a tus mayores a vacunarles. 

Estamos de uñas, porque las personas buscamos justificantes para ir a pasar estos días fuera de nuestra provincia por vacaciones, y luego ocurren estas cosas.




Me sorprendieron los amaneceres desde Perales, desde Tielmes así como el cambio del terreno a partir de ahí. Y ahora el aspecto más Alcarreño por la zona de Orusco. Los amaneceres ya se van haciendo más complicados pues sale el sol antes y no llego, aunque con el cambio de hora a ver si repito los siguientes fines de semana. Porque levantarse antes, ya es despertarme antes, y eso ya no, pues me despierto muy pronto de forma natural y eso ayuda para salir temprano, pero, como cualquiera, me joroba despertarme forzosamente antes a golpe de despertador.



Este balcón se encuentra frente al bonito pueblo de los pintores de Olmeda de la Fuentes, y cerca de una fincas de olivares muy, muy cuidadas y por las que da gusto andar.



Y este camino y senda por el valle fue un placer. Qué gusto de salidas con tanto verde. Una alfombra verde que desde zonas altas ves extenderse hasta donde la vista. Quiero aprovechar estos días para seguir disfrutando de ello. Y no hace falta irse más allá para verlo, mientras lo disfrutas más lentamente.



Me llevé la tienda nueva para montarla, ver si estaba completa, y ver hasta dónde da. He visto que está agotado este modelo, que para bicicleta es ideal por lo poco que ocupa. Entrar y salir cuesta, pero, la parte de la puerta es suficientemente alta para moverte, vestirte, darte la vuelta. Bien. En moto se puede llevar algo mayor, pero, para bici está muy bien para una noche de verano.


Seguiremos.



Acorralado II, en Madrid.mp4 from Jesus A on Vimeo.

lunes, 22 de marzo de 2021

"Acorralado" en Madrid

 


Dormí mal, y me costó levantarme. Pero fueron 15 minutos los que me retrasé respecto de la hora pensada. 

No había duda de que no era posible el desayuno de otras mañanas. Hacía viento y frío, con lo que parar, aguantar sentado y tomar algo, ni debajo de mi casa podía haber sido, ahí en el bar con estufa en la acera. 


En los primeros pasos por el campo, se me cae la moto. Como la dejé caer despacio, aguantando su caída, no me preocuparon los plásticos, y lo que me llamó la atención fue retirarme los guantes: ¡Qué frío!¡Las manos se me quedaron heladas en un minuto!

Las ruedas quedaron altas. No podía levantar la moto, en un primer y segundo intento. Decidí retirar el equipaje para agarrar la moto mejor. La moví un poco en el suelo para colocar las ruedas, y..., ¡arriba! La defensa y la hierba con terreno blando permitían no correr riesgo con las carísimas tapas.




¡Qué colores del campo y a estas horas! Me han enganchado pero bien. Estoy deseando repetir.

No me preocupé de ir donde había pensado. Fue todo un continuo cambio de planes. No terminaba una pista, pero, al ver la Sierra de Madrid, y el inicio del cambio de terreno a rojizo, me di cuenta de que podía estar ya camino de otra provincia. ¡Me sentí Acorralado! Y de ahí el título, y creo que habrá más partes que en las pelis de Sylvester Stallone al paso que vamos.



Horizonte, valles, bosque, encina, carrasca, luego más olivo,..., muy, muy bonito, fincas, casas desperdigadas de campo para mi envidiables, que no me canso de ver y curiosear de lejos. Y caminos y caminos. Una gozada.


Ratos de paisaje, ratos de disfrutar de la moto, ratos de estudiar como mi mayorcita y obsoleta montura rueda de lujo, me hace sentir seguro; Juego con el GPS viendo el nombre de la zona. Y me paro.


A sotavento de unas carrascas con maleza suficiente, me pongo fuera del camino, pero, no lejos de él porque se siente que vuelve a soplar. Sol, café, los frutos secos de costumbre y prismáticos. Aquí paso un buen rato, para luego reemprender la marcha por unas pistas altas, inagotables, que me harán parar algunas veces para mirar lejos, algo con lo que disfruto.


Y llegada la hora, a casa, temprano para disfrutar... de otras cosas. Cinco horas de concentrado disfrute, moviéndome por donde nos dejan, y a horas en las que nadie se siente molestado.

No me gusta el video que ha resultado, pero, bueno.





Acorralado en Madrid from Jesus A on Vimeo.

Acorralado en Madrid from Jesus A on Vimeo.

lunes, 8 de marzo de 2021

Sin Mascarilla

Ha sido la segunda salida en la que me he levantado y salido más temprano. La primera me iba a Molina de Aragón.




Hace 9 años, empecé a salir a la hora acorde a las pocas horas que duermo, por naturaleza propia. Comenzaba una etapa larga (hasta el confinamiento) en la que primero buscaba lugares a 100 km de Madrid, que luego fueron más, más tarde 150 y alguno de 200 kms

La verdad es que se me acababan los lugares, pero, llegó el confinamiento, más bien el cierre perimetral, este que no nos permite ir al campo, por ahí, no a los sitios de interés donde va mucha gente y florecen bares y restaurantes; O a esos cientos, o miles de pueblos donde quedan poquísimos vecinos o ninguno y donde eres siempre bien recibido. 




No creo que me lea nadie, pero, ¿es entendible esto, estimado lector? Donde hay contagios por cercanía no se hace nada por perseguir la falta de distanciamiento, única causa de contagio importante, y donde no es posible la cercanía y por tanto imposible el contagio no te dejan. ¿Qué sentido tiene el cierre perimetral que solo concentra gente?




A lo que iba. En Madrid, provincia pequeña, casi toda ocupada por ciudades, y en la que el norte está ocupado por La Sierra de Madrid y sus pueblos y urbanizaciones, hay muy poco espacio para tanta gente que la habita, y poco campo. Pero haberlo haylo. Teniendo en cuenta el poco espacio a recorrer y lo mucho conocido, ahora toca darte cuenta cuánto te queda por descubrir alrededor de lo que conoces; Y encuentras rincones, si al mismo tiempo aceptas las circunstancias y buscas otra forma de hacer las cosas. Y, por casualidad, me doy cuenta que puedes aprovechar a buscar alrededor de lo que conoces en salidas más breves.




Porque he cogido de vacaciones para aprovechar para salir con la moto por Madrid, y, me doy cuenta de que se te acaba pronto, de que no hay espacio para rellenar el día, salvo en bici. En bici me está pareciendo un placer, en dos salidas que llevo, más otra acompañado..








Ese es otro tema. El de ir acompañado o solo. Porque ahora ir solo te permite trastear. Meterte por aquí y volver a salir si estaba cortado; O recorrer el mismo tramo al revés por ver las cosas..., hacia la otra dirección.




Pues veo pasar grupos de moteros "mangaos"; No digo que vayan deprisa, digo que quedas en grupo, el grupo tiene vida propia, no la de cada individuo y va por inercia hacia donde vaya a ritmo, sin parar, y volvemos a lo mismo: cuando te das cuenta se te ha acabado la "isla" de Madrid, y no has visto más que lo de costumbre, si has apartado la vista del colín del de delante.




Campos verdes, almendros en flor, algo de fauna...




... antiguas construcciones, y huertas y canales cuidados.

Todo cerca de casa, a 20 minutos a 130. Así que... continuará
 







domingo, 28 de febrero de 2021

Desayuno en la mejor terraza y divertidos caminos.

 En estos momentos, en los que los madrileños no pueden salir de la Comunidad porque no les dejan entrar en otras, nada mejor que madrugar si lo que deseas es hacer lo que te sienta bien, y hacerlo sin ver aparcamientos llenos, pueblos con riadas de gentes por sus calles y carreteras como regueros de hormigas.

Puesto en marcha temprano y con el cuadro de la moto a la vista con sus luces, salgo de Madrid buscando...



Sentado en esta terraza, pido el desayuno, saco la cámara (malditas cámaras de móviles cada vez mejores) y paso el rato hasta que sale el sol y me pongo en marcha.



Estas horas me parecen las mejores por la luz. Hoy toca ir por lo conocido, como no puede ser de otra manera por lo dicho al principio, pero, tratando de buscar alternativas.




Busco un lugar concreto, y la manera de acercarme lo máximo a él con una moto de poco más de 200 kg, Cojo un camino a la izquierda, una vereda que no parece en mal estado (sin escalones), y que me deja deslumbrado por las vistas, por su trazado y estado. No me lo podía creer según iba avanzando.



¡Una gozada! Lo mejor de la mañana. Encontré más o menos lo que buscaba y me divertía, tanto que me tomé con buen humor el único tramo más complicado y que me trabajé un poco para bajar y continuar.



Encontré unas buenas vistas y rincones por la zona, que he de visitar en bici para acercarme más donde quiero.




Y por el valle no pude dejar de recorrer uno de los caminos que más me gustan de la zona.


Terminaré con unas buenas curvas sin coches, a mi ritmo, rodeado de bosque, para alcanzar el desvío a la entrada a la autovía; Escondiendo la aleta del casco tras la cúpula y a ritmo ligeramente superior a la velocidad legal, disfrutaré de los dos cilindros y de los 200 kgs camino a casa, viendo como el sol ahora se refleja en los cantiles de las Cuevas de Perales.