domingo, 30 de marzo de 2014

No había tanto barro como parecía

Normalmente, cuento la historia de las salidas que hago, pero hoy nada tengo que contar, ya que he cogido el primer camino que he visto y me he dedicado a buscar desvíos que me llevaran a lugares cerrados, sendas, caminos encajonados, con charcos y obstáculos, contento con ello por evitar andar por pistas más rápido de lo deseado, estirando segunda y tercera con las ganas que me pedía el cuerpo.

Así que ha sido como un juego, con el que me he divertido con la moto, sin contar con el paisaje y aquellas cosas sobre las que me gusta parar.

Dejo las pocas fotos que he tirado.


























lunes, 17 de marzo de 2014

Rodando hacia el Horizonte.

Perder la vista en el horizonte sin pensar en nada ha sido lo más destacado de la escapada de "siete horas dale que te pego" que me ha ofrecido Luis, un nuevo compañero de excursiones que estaba pendiente de conocer





Resulta un auténtico placer perder tanto la mirada en el horizonte, que hasta parece que el mundo a tu alrededor desaparece, y junto con el aire que entra por el hueco de la pantalla del casco te hace sentir renovado de todo aquello que te ha ido minando a lo largo de la semana.






El terreno fácil que ha permitido disfrutar del paisaje y de la moto, la agradable temperatura, el sol radiante tras el mal tiempo que nos ha estado acompañando, el suave funcionamiento de la XL 700 V más el dulce petardeo del escape del clásico mono refrigerado por aire de Yamaha que me guiaba por caminos y caminos y curvas, me han dejado marcado el recuerdo hasta la próxima salida.







Primera salida juntos, al fin, pues en más de una ocasión hemos intercambiado algún mensaje privado a través del foro de trail que hojeamos, y hasta en alguna ocasión nos hemos cruzado por la carreteras que recorremos frecuentemente por separado.




Otro madrugador, al que le gusta aprovechar la mañana y a quien le gusta rodar y rodar con su trail para todo contemplando el paisaje y dando algún acelerón de vez en cuando en alguna recta de grava que pide actuar con algo de decisión ante el meneo de la dirección, o a la salida de alguna curva para colocar la moto y darle gustillo al cuerpo.





Además de esos kilómetros y kilómetros de caminos, de poder mirar a lo lejos encontrando pequeñas sierras aisladas, Luis me ha mostrado, convencido desde el inicio de que gustaría, uno de esos rincones que me apasionan: otra fuente más que sumar a la lista, válida para muchos usos, no sólo para servir de descanso en la ruta.




En cada parada charlamos; Es más importante que el hacer fotos, que buscar el lugar que mejor te parece para tirar una foto. Hay que ir conociéndonos.




Una cerveza y una cocacola con buen plato de aceitunas y aperitivo nos llevan a decidir la vuelta hasta casa a eso de la una.




Rehacemos la pista que nos condujo hasta el bar y tras una parada en una Virgen ubicada en un alto, al lado del Tajo, volvemos por una carretera que no se cómo jamás había pisado, ¡si estaba ahí, por donde he pasado miles de veces! Curvas y más curvas para llegar hasta muy cerca de casa y hacer los ultimos 20 km por autovía.





Este gesto te lo tendría que dedicar yo a ti, Luis. Gracias por la ruta.




El valle interminable con algún humedal y caseta observatorio de aves. He dejado pendiente subir una loma que tenia marcado el ascenso, desde donde imagino que la vista merecerá la pena.




Y las monturas.





No ha habido percance alguno salvo un "¡uyyyy!" en una curva con grava en la que iba yo mirando donde no debía.


domingo, 2 de marzo de 2014

Trail de asfalto

LLover, llover y llover. La lluvia nos acompaña de forma constante y también y especialmente los fines de semana. Nada que decir, y que llueva aunque a ser posible sin hacer daño. Pero disfrutar del fin de semana con la moto por el campo resulta difícil con este tiempo; Hay muchas ganas de coger la moto y preparo una ruta de asfalto  que aprovecharé para visitar una plaza de un pueblo, un castillo y humedales con aves cantarinas.






Las ocho es la hora de salida. De formal puntual y tras preparar todo detenidamente. Calles y carreteras con una película de humedad que hace que en vez de ritmo de paseo lleve otro más lento.




LLevo ropa para el caso de que llueva, que lo espero. Mi único freno era la lluvia a la hora de levantarme pero como no ha sido asi salgo aunque equipado, pues siguen anunciando agua cuando me levanto. 




Cada vez que salgo temprano, más le encuentro el placer de salir a esas horas:no hay tráfico, encuentro por nuestras carreteras secundarias gente ya andando o a aquellos que van con la carretilla por el arcén con los útiles para trabajar en sus huertas. Es diferente




El paseo resulta de los más agradable, buen tiempo, el sol frente a mi y el paisaje, que espero aburrido, pero que no lo es tanto: varia y todo está de un  verde electrizante.





La suavidad de este motor a este ritmo no tiene nada que envidiar a otros más modernos de gran cilindrada que trabajan a bajísimas revoluciones, y voy pensando en que esta ruta seria perfecta con una Deuville bien equipada, con equipo de música y deriva brisas para manos y pies.




La plaza no me defrauda, y me sorprende la Iglesia y alrededores. Antes de entrar en el pueblo ya se divisa el castillo en una pequeña sierra en la que se encuentran agarradas las pocas nubes negras que he encontrado en el trayecto.





Por la carretera de subida acierto a ver este precioso refugio.





Muy limpio y con chimenea.




Después  de acercarme a ver los molinos por su buena y algo deslizante pista, me dirijo a ver LA Virgen de la Misericordia y el merendero.






Mas tarde pongo rumbo al cercano castillo. Y ¿qué habría pasado a lomos de una Deuville? Je, je,... Me quedo con la Transalp





Encuentro el acceso a la fortaleza y dentro se "va" el tiempo





El lugar es impresionante.





¡Qué vistas!





Y para colmo aparecen las grullas que quiero ir a ver la Laguna. Increíble momento para recordar.






Dentro de las murallas tienes para ver y recorrer, e imaginar.






Tengo más fotos. Pueden resultar repetitivas pero son reflejo del buen rato que he pasado allí arriba.





¡Y sigue sin llover! Que no me importa, pero, el pronóstico no dejaba lugar a dudas




Me da por bajar por otro lugar. Me enredo. Inclinado y metros de jabón. Nada, salvo que voy solo y  quiero asegurar.





Me dirijo ahora camino de la Laguna por una carretera que es camino asfaltado, onduleante, loma arriba, loma abajo, y por fin lo esperado




Toca quitarse el casco y escuchar, y mirar.





Y tomar algo de fruta y hortaliza.




Unas fotos...





... y vuelta para casa pero ahora ya por autovia.