domingo, 2 de marzo de 2014

Trail de asfalto

LLover, llover y llover. La lluvia nos acompaña de forma constante y también y especialmente los fines de semana. Nada que decir, y que llueva aunque a ser posible sin hacer daño. Pero disfrutar del fin de semana con la moto por el campo resulta difícil con este tiempo; Hay muchas ganas de coger la moto y preparo una ruta de asfalto  que aprovecharé para visitar una plaza de un pueblo, un castillo y humedales con aves cantarinas.






Las ocho es la hora de salida. De formal puntual y tras preparar todo detenidamente. Calles y carreteras con una película de humedad que hace que en vez de ritmo de paseo lleve otro más lento.




LLevo ropa para el caso de que llueva, que lo espero. Mi único freno era la lluvia a la hora de levantarme pero como no ha sido asi salgo aunque equipado, pues siguen anunciando agua cuando me levanto. 




Cada vez que salgo temprano, más le encuentro el placer de salir a esas horas:no hay tráfico, encuentro por nuestras carreteras secundarias gente ya andando o a aquellos que van con la carretilla por el arcén con los útiles para trabajar en sus huertas. Es diferente




El paseo resulta de los más agradable, buen tiempo, el sol frente a mi y el paisaje, que espero aburrido, pero que no lo es tanto: varia y todo está de un  verde electrizante.





La suavidad de este motor a este ritmo no tiene nada que envidiar a otros más modernos de gran cilindrada que trabajan a bajísimas revoluciones, y voy pensando en que esta ruta seria perfecta con una Deuville bien equipada, con equipo de música y deriva brisas para manos y pies.




La plaza no me defrauda, y me sorprende la Iglesia y alrededores. Antes de entrar en el pueblo ya se divisa el castillo en una pequeña sierra en la que se encuentran agarradas las pocas nubes negras que he encontrado en el trayecto.





Por la carretera de subida acierto a ver este precioso refugio.





Muy limpio y con chimenea.




Después  de acercarme a ver los molinos por su buena y algo deslizante pista, me dirijo a ver LA Virgen de la Misericordia y el merendero.






Mas tarde pongo rumbo al cercano castillo. Y ¿qué habría pasado a lomos de una Deuville? Je, je,... Me quedo con la Transalp





Encuentro el acceso a la fortaleza y dentro se "va" el tiempo





El lugar es impresionante.





¡Qué vistas!





Y para colmo aparecen las grullas que quiero ir a ver la Laguna. Increíble momento para recordar.






Dentro de las murallas tienes para ver y recorrer, e imaginar.






Tengo más fotos. Pueden resultar repetitivas pero son reflejo del buen rato que he pasado allí arriba.





¡Y sigue sin llover! Que no me importa, pero, el pronóstico no dejaba lugar a dudas




Me da por bajar por otro lugar. Me enredo. Inclinado y metros de jabón. Nada, salvo que voy solo y  quiero asegurar.





Me dirijo ahora camino de la Laguna por una carretera que es camino asfaltado, onduleante, loma arriba, loma abajo, y por fin lo esperado




Toca quitarse el casco y escuchar, y mirar.





Y tomar algo de fruta y hortaliza.




Unas fotos...





... y vuelta para casa pero ahora ya por autovia.










2 comentarios:

  1. Simplemente "vistoso y colorido" aun con dia de suelo mojado... la foto tuya en el castillo, al oteo del horizonte... buuuf !!! sin palabras
    De la mejores leidas en mucho tiempo
    Un saludo
    Medel

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  2. Gracias, de nuevo. Saber no se, supongo. Es instintivo y me gusta. Paro donde me pide el cuerpo y busco el mejor lugar, y me divierto con las carreras que hago para salir. LAstima que quienes les gusta salir con la moto y disfrutar no solo de ella, sino de lugares y rincones que descubren, no escriban mas

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