sábado, 6 de junio de 2020

34 kms



Como he comentado en anteriores crónicas sobre esta salida, he tenido problemas y despistes para conocer exactamente la distancia recorrida. En esta ocasión, por fin, lo tengo: treinta y cuatro kms.

Como viene ocurriendo, me levanto a las seis, desayuno algo, cojo la mochila o riñonera y me pongo a pedalear camino del cerro.




Por el momento, no se de otro recorrido que me saque de Madrid sin coger el coche o Metro, que es lo que más deseo: la sensación de salir de la dichosa ciudad. El Cerro tiene su aquél. Y vuelve a sorprenderme siete días después porque todavía se ve el verde que lo rodea.





Hacer fotos de la torres de Madrid siempre surge. La luz cambia; En fin, se tira por que gusta. Ya voy teniendo unas pocas, pero, no creo que alcance a las que tengo del Mar Menor, del Pobre Mar Menor.





Hoy, voy más despacio. No se trata de conseguir que salga bien recorrido dentro del tiempo que nos cede el Gobierno, el maldito Gobierno para mi gusto, que colabora a que muera más gente de lo que debiera ocurrir y extiende el Estado de Alarma sin muertos y a penas contagios, según sus cuentas. Hoy voy preocupado por el entorno. Sigue verde y lo disfruto, porque no es para tirar cohetes.





Este "bosque de cardos", escondite de centenares de conejos y miles de lagartijas me resulta simpático. Tienen mucha altura. Y guarda mucha humedad todavía de la noche. La sensación de frescor, y de estar realmente fuera del asfalto la agradezco mucho.





El otro día, atravesé la escombrera con tristeza de ver aquello. Hoy, ahondando más en lo increíble que me parece que la gente actúe así, o en que las normas nos ponen muy difícil deshacernos de tanto trasto, encuentro que hay un código para votar y solicitar la limpieza de la zona. Qué cosas. No confío mucho en estas cosas, pero, bueno...





La vaquería. Hay vacas, quizá algún caballo. No se. Coches viejísimos abandanodos, alguna furgo Ebro, y un X6. ¿? ¿Quién vivirá ahí? Hay macetas, que arreglan un poco el desordenado lugar. Curioso.





¿Qué historias se habrán vivido en estas cuevas? Restos de fogatas, ladrillos rotos, orín, ..., en fin.





Al llegar a la línea del Ave me recupero mentalmente. Me cuesta ese tramo. Que pena. De estar limpio, ¡cómo cambiaría el recorrido!




Es un lugar de encuentro con bicis, con perros, paseantes, corredores..., etc. Las veces que he pasado, aquí se concentra un montón de gente. No se si es el lugar en el que se da media vuelta todo el que llega de regreso al lugar de salida, o qué pasa aqui.





Desde aqui se ve el Cerro de Almodovar. De allí vengo. Este tramo une aquello con el Parque Lineal del Manzanares, y me gusta, pues no me soy de ir y volver por el mismo lugar si lo puedo evitar.







Y, hoy, cojo la pista paralela a los carriles que discurren a ambas orillas del Manzanares. Termina entrando igualmente en los carriles pero, tiene una buena distancia y llega a un huertos, con acequia y presa para dar entrada al agua, y donde llegan coches. Tengo que ir con la moto a ver cómo se entra ahí, y a ver si puede ser una salida al campo más cercana a casa.





He vuelto muy animado del paseo. Maldito confinamiento. Necesito aire para respirar, pero, también para vivir y aguantar la ciudad y el barrio lleno de calles y aceras sobrepasadas de gente..





Aquí dejo el recorrido. A ver si lo supero la próxima salida, tal vez la última con restricciones horarias.


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