jueves, 19 de abril de 2018

Insectos

Vuelven




Vuelven esos pequeños bichos con aguijón o no, que se estampan en cascos, gafas, chaquetas, botas, carenados, etc.





Menudo día de sol, menudo manto verde y menudo brillo nos han ofrecido todos los colores.




Los coches se amontonaban por las calles en hora punta; Esperaban alcanzar la glorieta para cruzarla y esperar la cola para atravesar la siguiente, cuando, Ilex y yo buscábamos, como un ratón en un laberinto, la salida hacia la libertad







Preciosa plaza: limpia, arreglada y el rollo..., el rollo..., ¡vaya rollo!








Perdón....

Decía que ...¡Qué placer cuando salimos por una circunvalación y nos desviamos hacia el primer camino!, enfilando hacia el verde y adivinando como iba serpenteando entre loma y loma.

¡Gas!





Quizá demasiado....




LLegamos a Almoguera.




Culpa mía. Estaba empeñado en comerme un bocata ante una bonita vista que conozco por la zona, e Ilex aceptó comer en el campo.




Buen lugar este, bajo mi punto de vista, por las vistas, la sombra, el espacio para comer, dormir etc









Tras un buen rato ahí, bajamos a la presa.




Hasta bien arriba de agua. No se puede evitar parar y admirar el lugar mirando al pantano.






Engancharemos la pista que conduce al lugar que tanto me gusta y que deseo dar a conocer.



Parece ser que Ilex pasó por allí en alguna salida, aunque al revés, y sin parar ni darse cuenta realmente de lo que se perdía. El caso es que le gusta y acepta sentarse en el borde del camino con los pies hacia el valle a papear.







Tras el baño de sol, del chorizo, jamón y queso y bebida al gusto, continuaremos camino hasta la próxima ermita. Gracias Ilex, que por espacio iba yo con lo justo para mi.




Volveré. Esta pista me tiene loco. Ilex se la enseñará a alguien, me parece que si. 





Y al final de la misma nos esperaba un café para volver por carreteras secundarias en un día en el que parado podía molestar la chaqueta, pero en marcha no, y la Alcarria sigue sin cansar.

Coca cola a 40 kms de Madrid con alguna anécdota y últimos kms por autovía hacia..., lo de todos los días.





Ilex, Tajo y Rollos from Jesus A on Vimeo.

domingo, 15 de abril de 2018

Ratos de bici del fin de semana


Este fin de semana he tenido varios ratos de bici.




Que placer ir en bici, sin ruido de motor al que tanto estoy acostumbrado. Que placer sentirte más inmerso en el campo, ante el silencio y los naturales sonidos que te llegan, y cómo molestan aquellos que en otros momentos te excitan y te gustan (motores de dos tiempos de las 250 y 300 cc de enduro que algún rato han pasado cerca)



Estamos sobrados de agua por algunos sitios. Inundado todo, lleno de barro y tan solo se puede ir o por el verde o por una pista bien pisada, tipo pecuarias.



Contrastes continuados, entre las consecuencias de la fuerzas de la Naturaleza y el esplendor de la misma, con tanta vida.




Y me meteré donde me dijeron que no iba a estar bien, lo que supuso meter un pie bien metido en el barro, aunque a gusto.




El barro se irá a lo largo de los charcos que encuentre...



Sigo curioseando los espacios quemados, el vacío en el que te engullen los desiertos arenales que ahora aparecen por la zona...




y la tristeza de ver la retirada de los restos. 




Y voy fotografiando aquello que llama la atención. Mayo será de aúpa.



Y no entiendo que la gente se meta con la piragua en un momento así. No veo peligro, salvo que pase algo por la mala suerte, por un despiste, con las vegetación que hay en el río y la fuerza del agua. Así se dio una en el puente...

Ejjjque....



Bonitas vistas desde aquí



Y hoy, con algo de viento, y con compañia he pasado unos 19 km muy agradables rodando sobre terreno fácil y limpio.


domingo, 8 de abril de 2018

Mapache y yo, domingueros total

Continúan las lluvias, viento, no tan intensos, pero, el tiempo no puede estar más primaveral, y cumplir con el "abril, aguas mil". 

He terminado con los cambios en la moto, faltan algunos detalles por repasar, y tenía muuuuchas ganas de coger la moto y catarla, y sentirla en acción llevándome por pistas, caminos, sendas sin continuos escalones y "piedros" y disfrutar de la primavera como así ha sido.




Muy contento con el trabajo realizado, con ver a la Avispa más cerca de su original estado y mantener los cambios que realmente, hoy, deseo.

Mapache me ha acompañado. 




Contentísimo de que así haya surgido y de que haya traído la Grande: ¡Qué bonita es! Aquí paramos por vez primera. Este tramo, recientemente conocido, me parece una pasada por las vistas, y porque, en caso de lluvia, se mantiene en muy buen estado. Confirmado. Y cuanto más bajas, peor. Tenía que haber llevado a JC por la izquierda y no por el otro lado. Pero en fin: hecho está.




Hemos encontrado unos amigos de la moto por la zona. Un placer verles disfrutando, viéndoles pasar tranquilamente por las zonas adecuadas para sus motos.

Como digo, nos vamos para el lado menos bueno, y en cuanto te sales de la pista buena, la dirección comienza a bailar, crees que has pinchado, y todo es barrillo que encuentra su mejor refugio en el guardabarros delantero.




¡Ahí le tienes! Un chaval.

Esto después de pelear un poco con el barro para salir a mejor terreno. Lo seguiremos intentando, pero, llega un momento en que "¿para qué?"





Que si esto, que si lo otro, que mejor para allá, que no, que si, que al final le digo que le llevo a un sitio.





Y le ha gustado. Pronto él y unos cuántos más irán por allí, je, je, je.






El té se quedará conmigo (llevaba poco y para mi que JC no se ha atrevido), y yo no podré rechazar el "quesopueblo" que trae Mapache. 






A falta de la vuelta por carretera, disfrutando del colorido variado sobre el fondo verde, así terminará la mañana: con queso, larga charla y bonito paisaje.

Mapache y yo, from Jesus A on Vimeo.