martes, 4 de junio de 2013

Nos faltó una hora más.

A Manolo he de agradecerle el favor de traer a Madrid el coche de mis padres desde donde estuvimos, y que se quedó allí guardado con motivo de una caída que les impidió conducir de vuelta a la Capital del Reino.
Aprovechando nos llevamos la Beta para dar una vuelta por aquellos lares y hacer compañía a la solitaria y anciana Montesita 309 que de nuevo a la segunda patada arrancó, manteniéndose en marcha como si de un vehículo con 22 horas de vida y no de 22 años se tratara.






Así pues, nos pusimos en marcha para hacer una ruta que creo que es adecuada para alguien que no ha probado este tipo de motos anteriormente. Empieza por un camino ancho para atravesar un bosque, cruzar el collado que separa ambas zonas, otra con senderos, subida en la que entretenerse con piedras y costeronas si vas a pasar el rato en eso y disfrute de una de la buenas vistas que he disfrutado en mi vida. Luego vuelta.





Manolo, andaluz en su forma de expresarse iba grabando ( a saber qué saldrá :-) )y habría tenido que grabarse su propias conversaciones y las tenidas conmigo. No me parecía de verdad que fueran a ser complicadas las cosas, pero, he de reconocer que me entusiasmó verle disfrutar y descubrir.






Al fondo, Ese Lugar para mi ansiado; No podíamos darnos la paliza que nos dimos para no llegar allí arriba, y a pesar de la noche de Manolo.





A jugar un poco ...






... y unas tomas con el Moncayo al fondo, más ...


 






... alguna otra del Lugar.

A ver si repetimos con un poco más de tiempo. Yo volveré pues he de descubrir una zona cercana que he localizado a través de fotos.

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