martes, 8 de marzo de 2022

Nuevas pistas y vistas.

 Domingo, Otro día de frío. Como el sábado: ¡dos grados! a la salida de Cantalejo, Segovia, a las siete y media de la tarde.

Como vengo diciendo, este año no tengo ninguna gana de pasar frío, y  desaparecidas las restricciones de movilidad, volvemos a todas las actividades anteriores a la pandemia que necesitan tiempo pero que no deseo ganar saliendo temprano.

Necesito salir de Madrid, buscar espacio por donde moverme, carreteras de segundo y tercer orden, y caminos, pistas, sendas sin escalones, donde ruede despreocupado por no llevar tacos, y donde el aire me realimente con energía positiva, por lo que esta temporada aprovecho las tardes para recargarme, sea en moto, sea en bici.

Avanzan los meses, y a pesar de que aparecen muchísimos modelos y actualizaciones de los existentes, sigo sin ver motos de trail de cilindrada, potencia, peso, volumen y precio de adquisición contenidos. Entre las marcas que considero fiables, solo la T7 de Yamaha me parece razonable pero que no monta de serie portabultos. La Macbor 500 me parece maravillosa, pero, no conozco su resultado a largo plazo, y sería un paso atrás en prestaciones. Otra que aparece en escena es la Morini X Cape, pero de recorridos de suspensión más limitados que la mía, todavía más, y una marca que aparece y desaparece y que, por tanto, no me resulta fiable. La Aprilia tiene la misma carencia que la T7, y súmale que es otra que no me transmite fiabilidad y longevidad, y cuyo precio además se dispara.

Por tanto, sigo teniendo un modelo que sin ser lo que quiero -como todas - cumple de maravilla para lo que además ahora deseo hacer.


Parece que cada curso escolar me trae algo nuevo que me mueve. En esta ocasión me centro por la izquierda de la AIII, y por donde estoy descubriendo nuevos rincones que me gustan y que a poquitos voy encontrando más espacios en ellos en los que parar, admirar, y retener.



Si, porque no me apetece tanto el fotografiar como toda la vida he hecho, o grabar vídeo. Simplemente me apetece parar, respirar y continuar.

Y en este estado, una moto de media cilindrada cumple para salir y entrar en Madrid por autovía; Con sus dos cilindros y asiento bien diseñado para aguantar kms., esta Transalp goza de suficiente carenado elevando algo la cúpula, (con casco sin visera que te canse el cuello y centre el viento en la pantalla, aunque no correcto para andar por campo despacio y respirar bien cuando entras en calor), tiene buena respuesta del acelerador para adelantar y subir bien puertos de montaña o subir y bajar vueltas entre curva y curva, y su capacidad de carga y rincones bajo el asunto para tus cosas resultan muy útiles. Faltan motos modestas.

Y sin ser excesivamente pesada, se desenvuelve bien por caminos y sendas por las que meterte y buscar otros puntos desde donde observar.




 Así pues, creo que me quedaré por aquí, hasta que alarguen los días, templen los amaneceres, y con poca ropa me aleje más para ver otros sitios, como quizá la sima de Fuencaliente.

Veremos



3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Si, porque no me apetece tanto el fotografiar como toda la vida he hecho, o grabar vídeo. Simplemente me apetece parar, respirar y continuar... Buaf Jesus, quien escribe tu o yo!

    ResponderEliminar