El fin de semana se complicaba y tenía que buscar un rato de moto. Tenía muchas ganas de revivir la satisfacción de después de salir. Y disponía de menos tiempo.
Por otro lado, ha llovido, y, por tanto, rodar por campo.... lo menos posible. "Por bocas", madrugo y salgo no a la hora límite, pero, vaya. Salgo al alba, y bueno, no siento frío, pero, tampoco aguanto la visera abierta. He tenido una pelea buena entre llevarla abierta como quería y tener que cerrarla porque la frente empezaba a doler. A la media hora he conectado los guantes. El resto bien, pues la ropa térmica funciona bien.
Con la mochila de 10 l. y dentro de ella tres cosas, me voy con idea de dar un paseo a pie por el parque de Titulcia. Tras unos kms por la vega del Tajuña muy agradables, aparco la moto, me quito el casco y tengo la sensación de haber acertado. Miles de trinos me rodean para empezar el momento.
Me encuentro varias personas mayores paseando, e imagino que queriendo guardar silencio y limitarse a escuchar todos los sonidos que salen de esas paredes, y las que llegan del río.