Cuando salgo temprano, y más con mal tiempo, hay un momento que debo superar; Mal tiempo, color gris, carretera húmeda, frío, y soledad en cuanto abandonas la autovía. Pero, empiezas a ver el Suv o TT con carro que carga con los perros, la C 15 con una luz fundida que avanza a su modo por la carretera con barro en los pasos de rueda, primer bicho que se te cruza también con legañas en los ojos, que empiezan a ayudar a abandonar ese pensamiento de "¿dónde narices voy a estas horas, en un día cómo este?
Este rato es para un día como hoy. Tan solo me crucé un "Enrique" abrigado, con sus dos palos y mochila que ¡ya volvía de andar! Porque con buen tiempo debe ser de "¡aquí no hay quien viva!", tipo La Pedriza en Madrid.
No pasé frío en exceso por lo bien pertrechado que iba, pero, al parar empecé a temblar, con lo que preparé las cosas y me metí un bocata mañanero acompañado con el brebaje del termo. Al poco rato me quitaba el pasamontañas, cogía los prismáticos y sentía el silencio, la calma del agua, y la belleza de trinos, aire, chapoteo de algún pez y vuelo de buitres.
La lluvia caída, y la humedad de la niebla se veía en las negras rocas que caían desde las cumbres. No parece que estemos tan cerca de Madrid, en la Alcarria.
Hay unos pasos increíbles, y, repito que son para disfrutarlos un día como este, y el agua a tu altura, y todo encajonado entre semejantes montañas. Como los cañones del alto Tajo, pero, claro, esto no lo había visto, y me ha parecido mejor.
¡Y zona de baño! Pero, no para hoy.
Una vez fuera del lugar, vuelvo por lugar diferente, por el conocido de algunas escapadas Valle de Altomira, por donde empiezo a encontrar ya algún motero disfrutando como yo de esa carretera y paisaje. Antes me desvío por algún camino para ver el pantano de Buendía.
Fuente de Saelices.Continuaré hasta Tarancón por carreteras secundarias y caminos rurales.
Si, creo que "he regresado".
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