Hasta que no me haga a la bajada de temperaturas matutinas, así como a lo de anochecer una hora antes, no me veo saliendo pronto para recorrer kms hasta el primer camino elegido.
Tenía un plan, cercano, con pocos kms por carretera, pero...
..., las bonitas imágenes captadas con la niebla de baja altura, hicieron que se disipara de mi cabeza seguirlo.
Intenté retomarlo al rato. Pero no. Solo me entretenía. Por cierto, los guantes chinos de 25 euros calefactables por pila, que venden también para moto, mantienen las manos calentitas. Son más de ir a esquiar que otra cosa, y no escurren en los puños de la moto, pero, por ahí va la cosa. Insisto, no pasas frio con ellos, y hacía cuando salí a las ocho.
En el vídeo espero que salga alguna escena grabada desde el aire. No llega a una hora lo que habré estado trasteando. Pero, es que se estaba bien por ahí arriba jugando con el dron, moto, y viendo el paisaje.
Total, que no había nada que hacer. Me dediqué a meterme por caminos que surgían. Y me ha animado un montón dado que esta zona la tengo muy transitada.
Mucha moto de enduro. Alguno extrañado de ver una trail por esas sendas, y más de la moto en cuestión. Tiene gracia. Lo entiendo, y he de decir que me he metido en algún jaleo hoy, y, ..., ya no. Pero..., es así. Tendrá que ver la vuelta al desarrollo original de la moto (más nerviosa y divertida), ese manillar a su lugar original (más descansado en carretera, más ligera en campo, y algo peor de pie), y la vuelta a los tacos después del verano, que unidos me animaban a escoger sendas.
Empezar en el campo con esos cambios ha sido tener que adaptarse. Y con el avance de los kms poco a poco he ido recuperando confianza.
Este ha sido otro lugar nuevo... La maquinaria, la fuerza del agua, el puente....
Total: sonrisa de oreja a oreja.
Tajuña infinito from Jesus A on Vimeo.
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