Que las salidas, aun preparadas, tienen sus sorpresas y los planes no terminan de salir según lo esperado, es algo con lo que uno debe salir de casa mentalizado.
No me estoy refiriendo a aquellas ocasiones en las que ocurre una caída, una rotura inesperada, sino el simple hecho de que sales con una idea, pero de una forma constante te enfrentas a circunstancias distintas.
Rara es la salida en la que no debo cambiar algo, o decido tomar las cosas como vengan en el algún momento, pero, hoy la primera mitad de la salida ha sido de cambios.
LLevaba una idea muy clara y predefinida para el comienzo de la ruta de campo que justo al llegar al primer camino se va al garete, pues me topo con una niebla espectacular. Hasta ese momento, no había tenido pista alguna en los 135 kms que me llevara a pensar que habría niebla.
Sin embargo, se ha convertido en una aliada por el espectáculo que supone encontrarse ahí dentro, por su misterio.
Y luego, la pesadilla ha resultado ser el fin de los caminos. Al final he llegado donde pretendía, pero, los tractores han cambiado los caminos, y solo en un caso muy claro me he decidido a hacer casi un km campo a través para alcanzar la pista por la que debía continuar.
Según avanzaba la mañana, el sol y el cielo despejado ha ido imponiéndose paulatinamente, y han ido apareciendo unos bonitos valles, profundos, recorridos por cientos de gamos.
Este es uno de ellos.
Un camino dejado de utilizar, empedrado, me ha dado un disgustillo al darme "ahí" con el depósito. ¡Qué rato! Y ya pasado, salir sin inercia cuesta arriba con ese pedregal me ha llevado un rato.
Alcanzada la cima, se ha abierto una zona muy alcarreña, ya en la provincia de Soria, con unos caminos de diez, y encontrando todavía otros pueblos comunicados por pista, ¡sólo por pista!
Lamentablemente, bajaba un hilo de agua en "La Chorrera". A ver si en otra ocasión, con más agua, vuelvo.
LLegaré a Rio Blanco por por unas pistas de diez. El comienzo, con tantas veces rehaciendo el camino, y, ojo, buscando altos donde subir, penalizan parar ahora a ver algunas cosas apuntadas y volver por caminos y carreteras secundarias a Sigüenza, desde donde volver a casa por autovía.
La antigua N II resulta un placer y no pueden dejar de traer recuerdos de cuando la recorría sentado en los asientos de atrás de pequeño.
Satisfacción plena por el rato de moto de hoy: 7 h. 330 km
Por el Río Jalón from Jesus A on Vimeo.
Bonita ruta y muy buena crónica.
ResponderEliminarPor cierto que tal van los railes que llevas para la cúpula? Tengo una TA idéntica a la tuya con cúpula alta Givi y estaba pensando en ponérselos. Se pueden regular en inclinación además de en altura?
Un saludo.
Buenas noches.
EliminarMe alegra que te haya gustado.Leer crónicas cuando no se esta subido en la moto y en el campo disfrutando de él ayuda.
Tengo la cúpula Givi ahumada que he llevado prácticamente desde que tengo la moto. Cubre mejor que la original con railes, pero, también la transparencia la hace más ligera y compacta si haces campo con ella. Ambas quedan bien para mi gusto y ahora me ha dado por ahí. LA Givi en campo sufre más con las ramas y se araña mucho, y para la cámara de vídeo pierde imagen. Iba a comprar otra pero me decidí a poner la original con los carriles sobre los que monté la Givi, pero que no te recomiendo pues la presión del viento me parece demasiado fuerte para el carenado.
Solo se regula en altura. Puedes jugar un poco con los topes que montes, pero poco.
Saludos
Gracias por la aclaracion.
ResponderEliminarSeguiré por aqui cerca.