El domingo 24 cabía una mañana de moto. Los últimos pensamientos que tenía para el día que pudiera salir era una zona de Estremera que quiero repetir
Pero, la semana 47 ha sido otoñal, lluviosa, como debe de ser, incluso invernal, y el barro ha convertido el terreno en algo de mírame y no me toques, así que como para abandonar la carretera y adentrarse en los caminos.
¡Qué rabia!
Por tanto, me propuse a mi mismo otro plan. Convertí el día en una mezcla de obligación deseada haciendo de transportista, afición para disfrutar de la moto, observar el entorno otoñal, disfrutar como hace unas semanas de la velocidad tal vez y sensación de viaje, y cumplir con... mi Interior.
Así, dejé la moto preparada con las alforjas colocadas y cargadas, el baúl trasero, y hasta los bolsillos de la chaqueta y pantalón con las cosas necesarias, pendiente de colocar la bolsa sobre depósito con documentación cámara de fotos y alguna cosa más (el termo). Y todo bien, pero, al bajar al garaje para salir pitando, veo que las cintas que soportan la bolsa sobre depósito están debajo del asiento. Toca desmontar las alforjas y .... apañarlo de nuevo. Grgrgrgrgr. Cosas que..., siempre pasan.
A las seis cincuenta salía del garaje, y pasado Alcalá de Henares ya me sentía metido en el papel de viajero. El valle de Valdenoches oscuro con las luces de la moto iluminando la carretera, el cielo con la tímida claridad, el calor del chaleco y las manos calientes, me hace disfrutar del placer de viajar en moto junto con ciertos recuerdos que me sacaban una sonrisa. 120 - 130 km/h, que al pasar Torija superaría con la salida del sol. Toooodo para mi, cielo despejado y nubes al fondo, hacia donde iba. Otro momentazo fue al pasar Medinaceli. Ahí la carrera me chifla, coges altura y las vistas a derecha e izquierda y sus curvas abiertas me entusiasman.
Poco antes de dejar la autovía, sale el gasolinero con gesto claro de molestia, por abandonar el calor de la caja-tienda para echar 4,50 euros de gasolina a "este pobre de la moto que dónde irá con el viento y frío que hace". Había llenado en el km 103, pero las gasolineras de estas zonas despobladas pueden dejarte sin combustible por encontrarse cerradas, o por haber cerrado definitivamente desde la última vez que pasaste. 4 kms más adelante abandono la A-II para adentrarme en esta fría, pobre y dura zona de Soria, y cada más abandonada entre los que se van, y los que fallecen.
Cambio de ritmo. Carreteritas, curvas, monte arriba, monte abajo, ruinas de castillos y torres, iglesias y viejos corrales, molinos, yeserías, con alguna caseta bien cuidada con los útiles para el huerto, tierra y algún recuerdo.
Demasiada vida interior. Así me pasa. Yo me lo guiso, yo me lo como.
Tres corzos se me cruzan antes de llegar al pueblo. Me gusta recorrer este tramo último antes de llegar al pueblo sea en bici, andando o en moto, en cualquier estación del año, y en donde al atardecer o amanecer la fauna se desata.
Primero la obligación, luego la devoción. Saco todas las cosas, las dejo dentro de casa, mientras llega también de Madrid, de los alrededores, J.L., que viene a cazar, aunque no hace día por el viento.Una vez descargado el equipaje, y habiendo cumplido con uno de los objetivos, me doy un paseo por el pueblo, y a visitar a los antepasados.. Vuelta al pueblo por otro lado, y saludando, pues, de nuevo te sorprende como un pueblo sin habitantes, no termina de no tenerlos pues o están remozando la casa, o van a dar de comer a los perros, a cazar, a pasar el fin de semana, a arreglar la valla del huerto o de las gallinas, o a darse un pingüi.
Ya de nuevo en casa, ordeno lo trasladado, veo si todo está enorden, mido un rincón que me dará tarea para el año que viene, y tras despedirme de mi vecino pintor, de cuadros, de exposiciones, pongo rumbo a Almenar por carretera, pues, la ruta por campo resulta imposible. Allí nació la que fuera mujer de Antonio Machado, Leonor Izquierdo.
Poco antes de llegar, sin haberme cruzado más que con dos coches, en un cambio de rasante, encuentro un grupo de traileros - GS, V Strom, incluso una Transalp 700 - y que saludan efusivamente al perro solitario con el que se cruzan.
Me habría gustado un día con sol, más luz, brillo, ...
...pero, todo tiene su encanto. Me moví andando en principio, rodeando el castillo y luego la ermita de la Virgen de la LLana, alejada,...
... para luego mover la moto y utilizarla de trípode para las fotos.
Por los muros del castillo han pasado Carlos II, Felipe V, Hernan Bravo de Lagunas, embajador de la Corona de Portugal y el escritor Gustado Adolfo Becquer, entre otros, y hoy es de propiedad privada y unos de los castillos mejor conservados de la Provincia.
No hay tiempo para más. Al cabo de una hora, me pongo todo el material contra el frío, y los tapones para comenzar la vuelta.
Las nubes impidieron ver el Gran Moncayo, pero, los primeros kms me permitieron disfrutar de la SIerra de Urbión, y que en la distancia trasladaba una buena capa de nieve encima.
Almazán, Atienza, a Mandayona, unas curvas, y la A II, de nuevo. Aumento de tráfico, obstáculos, y a casa.
Como dicen en Noruega, "no hay mal tiempo sino ropa inadecuada". Así que, deseando que llegue la siguiente, adaptándome a las circunstancias que la vida marca, mientras te va doblando, y que te hace actuar, pensar y sentir de forma diferente, dejando de ser un poco el que eras y resurgiendo de otro modo.