Ocho de la mañana, 85 km lejos de casa; Hasta aquí, y una vez dejada la autovía, disfruté como un enano del amanecer, de la luz, de la moto y de la carretera, hasta que un pensamiento me llevó a coger los frenos y echarme a la derecha: ¡no llevaba cartera. La dejé en casa.
Repaso mental. Me tomo parte de lo que llevaba en el termo ya que me empezaba a quedar frío, y tras subir a un monte para conseguir cobertura, me pongo a trastear con el odiado móvil.
Nada como la necesidad para sacar las cosas. Más adelante, con la paciencia del gasolinero, consigo llenar el depósito que me dará libertad para el resto de la mañana. ¡Qué cosas resuelven los móviles!
Bajadas pronunciadas, alguna subida de terrones gordos, ríos, altos, vías de tren, pueblos, corrales, tractores, pescadores, ....
...,una mañana en la que pongo rumbo y voy navegando a lo que salga, ya que retomar la ruta que había pensado era ir con prisas y desaprovechar el tiempo.
Sin cartera from Jesus A on Vimeo.
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