Si siempre digo que ante la duda hay que salir, hoy con más motivo.
Un casi, casi, lumbago, un tiempo que no anima, un plan de 180 km al que llegar para regresar haciendo la ruta, lugares fríos a visitar, viernes y las caravanas de Madrid de salida y vuelta; ¡Que perezón!
Decido preparar el equipo como si no tuviera dudas, ni dolor, y ver cómo me voy moviendo por la casa oliendo a flogoprofeno; Incluso pienso en bajar al garaje y ver qué ocurre, y si la cosa no va bien me subo; Es más, pienso en que salgo a la calle y me doy la vuelta en la M 30 si la espalda no aguanta, si el tiempo no me motiva, o si el frío me echa para atrás; Incluso me digo que le pido al gps que me lleve en modo bici hasta allá a ver qué se le ocurre y a ver hasta dónde llego. Y ya veremos que llegue donde llegue estará bien para como está el patio.
Allá por "Alcalá de los Mares" me digo que no voy mal. No voy cómodo, voy torpe por lo que me arrastro por el carril derecho hasta llegar a Guadalajara, donde empiezo a coger pistas, de esas fáciles, con grava que me lleva a un "Club" ( mmmmmm). La niebla se agrava. Yo sentadito en el sofá de la Transalp. Despacio, anticipándome lo que más puedo a todo lo que "leo" en el suelo.
Pierdo las gafas. Grgrgrgrgrgrgrgrgr...
Bueno, en realidad al volver a buscarlas, escucho que las atropello. ¡Dios! Por lo menos no me tengo que agachar a recogerlas. Las doy por "muertas".
LLueve. La pista me va bien, pero los cuidados caminos agrícolas no siempre son igual y al cabo de unos kms siguen como camino normalito y la niebla y esa lluvia, patinan, deslizan, embozan, y no estoy para florituras y patadas para corregir por que me ""quedo"". Incremento la prudencia y evito alguno cogiendo otra pista.
Por las fotos "Del" de "La Azul" caigo en la cuenta en lo que encuentro en el camino, y él estuvo allí. La niebla, lluvia, soledad y tractores provocan en mi sentimientos que me gustan, y esto ahora..., pues más. Curioso lugar: pedazo venta labrada en la roca, y con cascada. ¡Las escaleras están talladas en la roca!
LLego a un cruce. Sorprendente, pues lo conozco y me encanta el camino que he seguido hoy para llegar hasta ahí. Lo he bordado. LLueve. El Gps me dice que quedan 60 km en línea recta hasta el punto más lejano que parece que voy a alcanzar pero al revés, no para empezar sino para terminar. Pero, como conozco algo aquello, esos 60 en linea recta pueden ser la repera serpenteando por lo negro o sin negro. Decido seguirme tomando las cosas con calma y empezar la vuelta con el mismo plan.
Me meto por una pista que me lleva a la carretera de Sigüenza. Decido seguir al Dulce, Sorbe y Henares y por ahí por medio encuentro el lugar perfecto para comer y estirar los músculos, pero, algún celoso propietario ha metido valla hasta decir basta y no puedo acceder donde quería y para estar a medias, interruptus, ¡anda y que le den, que me busco otro sitio!¡Adiós Sorbe!
La niebla se ha levantado, parece, pero caen cuatro gotas. Encuentro el mejor lugar para cobijarme, comer, café y seguir,
Más templado, con más energía y debidamente estirado, continúo por el canal del Henares un rato, pasando charcos, con algún "uy" por barrillo jabonoso, y tras unos pocos kms de carretera local, me voy a casa por la autovía.
Así que de nada me arrepiento: he salido, no ha sido el mejor día pues el plan continuará en la cabeza hasta ver todo, lo mejor, lo principal que tenia previsto, con más camino al acabar la pista, pero he descubierto otro valle desconocido para mi por el que volver desde ese cruce, he disfrutado de buenos momentos de niebla que alcanzaba o veía que quedaba arriba y me descubría pueblines vacíos pero arreglados por sus gentes, con sus para mi tan atractivos lavaderos, y el rato de la comida ha sido magnífico, así como el rato de charcos y charcos del canal que deben estar arreglando, por cierto.
Espero dejar atrás pronto este lumbago, merecido por otro lado. En fin. Eso ya es cosa mía.