Gran suerte la mía que al chaval le guste la bici para poder salir de casa y vivir aventuras juntos de forma fácil
Me parece increíble como cambiamos a esta edad día a día, y que resulte tan evidente a pesar de pasar tanto tiempo con él diaria y semanalmente. Su vocabulario, su extraordinaria observación, la memoria de cosas que le has contado, explicado, que de pronto salen por su boca y te dejan boquiabierto.
Y su coordinación y resolución de situaciones de forma espontánea y que le crean formas de actuar ya suyas; Y me refiero a que esta mañana veía como para cruzar una cuneta se sujeta sobre un pierna, y se empuja manteniendo la bici en posición para mantener el equilibrio y no caerse, con una solvencia que me ha dejado pasmado. ¡Se le queda pequeña ya esta bici!
Que me quiten lo bailao, de verdad; ¡Que ratos! Que tío tan divertido! ¡Que ganas de aprender!
Creo que es un Somormujo Lavanco y bucea que ya quisiera yo. Bello animal y verle en acción buceando y aleteando le hace más bonito.
No se dónde hemos dejado la cabaña camuflada para tirar fotos más de cerca. Tras caminar tirando de las bicis un corto recorrido campo a través y una buena carrera, llegamos este lugar desde el que se disfruta de la calma que transmite el agua.
Nos acercaremos al río un poco más adelante a ver si localizamos más aves y pollas de agua, pero no hemos tenido suerte. El lugar, pegado al cantíl es una chulada; De lejos, desde la carretera, todo este lugar me resulta feo, pero es magnífico para escuchar trinos, pasear y disfrutar andando o en bici, o para jugar con la cámara de fotos y prismáticos.
Los chavales se desahogan por aquí un motón, explorando, tirando piedras al agua, y montando en bici.