Sin embargo, terminan en compañía de Ziervo,,, al modo de siempre, aunque vestidos totalmente diferente: uno con completo equipo de campo y otro de ir a por el pan.
Al contrario que en la mayoría de ocasiones, no buscamos la ruta de campo, el encontrar el camino que parece adecuado cuando circulamos por una carretera; El calor, el polvo y en principio, por lo hablado por teléfono, buscamos holgazanear cerca del agua, Como aquellas veces en días de verano.
Error con la cámara, pero, hay que recordar este buen rato en Puentes Viejas, y aunque movida, ahí estamos: baño y merienda y sin calor a la sombra.
Me alegra haber enseñado lugares desconocidos en la ruta de hoy: siempre anima haber aprovechado para conocer algo nuevo y sin alejarse demasiado de casa.
Tras una parada en un bar de toda la vida, con partida de cartas de los mayores pero sin humos, y otra la larga charla sobre cómo va la vida, volvemos a curvear de vuelta a casa.