Dos de la tarde. Plan para tres horas.
Ilusión por subir a la Sierra a ver la que ha caído y tirar alguna foto.
La realidad: poco tiempo para la que tiene que haber montada de coches y gente. Me veo en cualquiera de los puertos de montaña con colas de coches, o éstos al tran tran. Guardia Civil a derecha e izquierda y problemas para parar en cualquien hueco para contemplar el paisaje y tirar fotos.
No. Me quedo por mi zona más relajado, hago carreteruchas y seguro que me separo del asfalto.
Y redondo que ha salido. De camino a mi zona, recuerdo el Google Maps y me desvío por una carretera que he pasado dos o tres veces, y alcanzado el Jarama, busco un camino y hala todo para adelante hasta Aranjuez prácticamente
Todo lo que ha caído y lo que debe bajar hace que el Río vaya bien crecido. Parada obligatoria para escuchar el agua y verla correr.
Mucho merendero, y algunas familias por allí pasando el día.
Pasaré dos o tres fincas con caballos, ganado bravo, asnos, vacas, que, como siempre se encuentran muy cuidadas y una especialmente: Una casa bien pintada, con tejado increible y macetas por suelo y paredes. Envidia.
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