No es imposible, supongo, pero es que hacía tiempo que no tenía una ruta que me entusiasmara tanto, larga, con avance, caminos y caminos y bonitas vistas. Hoy he visto los dos lugares que me quedaban, y recorrido el Canal de Estremera, el protagonista de esta excursión.
El siguiente paso será recorrerlo en bici, así como también hacer otra excursión con bici desde Fuentidueña, pues el tramo más bonito no es largo.
Con esos dos/tres días de lluvia que hemos tenido, el campo se encuentra de lujo, todo como esponjas que todavía guardaran agua; Todo hinchado, y con su tono de color extremo.
Aquí, un Disfrutón.
¿Cuándo aparece la gente por aquí? ¡Porque lo que se están perdiendo! Solito, esta vez en compañia únicamente de la Guardia Civil, subidos en un Nissan SUV, no recuerdo el nombre. Estaban en medio del camino. Me paro, les veo con un cuaderno de notas, por ahí. Les saludo, me saludan y sigo.
Tranquilo, pero, con esa conciencia de estar haciendo algo mal que nos van metiendo en la cabeza los foros con comentarios de usuarios de motos que han sido perseguidos y multados por ir por el monte, por esa legislación cada vez más rigurosa, y esos medios de comunicación que tanto nos cuentan sobre medio ambiente, multas desde un dron, etc. Total, que "¿Me siguen?" Pues no, no me siguen, y sentado en la hierba me encontrarán en una segunda ocasión, y me los cruzaré más adelante sin ningún gesto que no sea amable.
¿Habría pasado lo mismo yendo en grupo?
Al parecer, aquí debajo se encuentra una de las ciudades romanas más grandes de los descubierto sobre nuestra Piel de Toro. Pero faltan billetes. ¡Qué pena!
Sigo con las almendras saladas y los últimos sorbos de te. Y calienta el sol ya.
El sábado puse mis posaderas en una KTM 790. Quería ver de primera mano ese depósito bajo, a la altura del carter. ¡Cómo se mueve la moto! Del tamaño de la Transalp, más manejable y clarísima más segura con su ABS, el de curva, control de tracción y ..., no recuerdo que más cosas.
¡13.000 Euros!
Ocho años. Ninguna avería. No me ha dejado tirado. ¡6.700 Euros! José me ha dejado la moto de lujo. ¡Qué suavidad! ¡Qué motor! ¡Y cómo se nota el aceite nuevo en la horquilla! Tengo moto para rato.
Un lugareño. Igual el que dio parte de haber encontrado algo romano por la zona y dio lugar a investigar la zona.
¡Qué colores!
¿Qué sería esto?
Bueno, a ver si vuelvo, a mostrarlo a algún amiguete. Porque ya me apetece cambiar o continuar de camino a Madrid; Un bucle. No se, porque llegar a Mondejar y recorrer la Vega del Tajuña por su carretera tiene también mucho encanto.
Hasta pronto.