sábado, 3 de agosto de 2013

Viernes tarde noche

Dos fuimos los que finalmente vencimos la pereza y sueño para dar una vuelta trail con las horas de menos calor y disfrutar del agradable fresco nocturno del verano.




Mau de la Jungla tiene una ruta en su cabeza,guardada como un tesoro, que habrá que aprender algún dia con él para "robársela". ¡Menudo quebradero de cabeza!, nos dio.





Mientras tanto, que si me suena que si no este terreno, que quizá si, quizá no, seguimos avanzando en una tarde con buenos colores entre el sol reflejado en los campos cosechados, los colores del atardecer en el horizonte, solitarias aves planeando cerca de nosotros, y un ciervo saltarín que jugaba a ser gaviota acompañando a las motos paralelo al camino que llevábamos y que fue para grabarlo por el espectáculo que nos brindó.





Esta polvareda no fue tal; Se trataba de hacer una foto y ya, porque rodamos despacio, de paseo de verdad, procurando no levantar polvo ni llamar la atención por una zona cercana a los últimos y lamentables incendios. Igualmente, allí donde expresamente encontramos no pasar, no pasamos. Será por caminos,






Y tras unos dos km de carretera para enlazar la siguiente pista, nos encontramos este otro espectáculo que a ambos dos no nos deja indiferentes a pesar de repetirse toooodas las tardes.




Y cuanto menos luz, más a gusto; Y el Ocejón frente a nosotros.





Las Lagunas secas, una pena, y allí nos quedamos un rato con si cenar o no cenar, alcanzar o no otro punto, que si volver atrás y sentarse donde sirvieran algo con "sabor amigo", que qué pena si no seguimos y entonces "¿Que hacemos, coñe?"



Pues para atrás, paseo nocturno fresco carretero y al "sabor amigo"



Aquí perdí el rastro del Topo, por entretenerme haciendo la foto. Nos encontramos tras una llamada del útil móvil en estos casos.



Y a dormir previa vuelta a la iluminada urbe aquella del Fondo, tan cómoda ella, tan perfecta para escaparse cada dos por tres. Que suerte tenemos.