21 de enero
Mi regalo de cumpleaños era un día de moto de los de entre semana. El barro, originado por las abundantes lluvias del fin de semana, me hicieron cambiar el plan ...
... pero salió fenomenal.
Un rincón al que me gusta ir, en el que había barro, pero la cota, con sus 90 kg no tiene problemas para andar por encima del barro.
Me pasé la mañana yendo de norte a sur, de este a oeste del pueblo para subir de monte a monte ...
..., metiéndome en algún que otro lío para el calzado que llevaba ...
... jugando en cualquier agujero que me encontraba, ...
... y subiendo pendientes que me llevaban a cumbres donde parar y disfrutar del paisaje.
Un placer de mañana rodeando un pueblo que necesito visitar de vez en cuando, recorriendo sus caminos, sendas, sentándome en los altos a los que llego en moto, bici, andando para respirar el aire limpio de estas zonas que se quedan despobladas mes a mes.
Y poco más, paseo para arriba y para abajo por esa carretera rota, internándome en las zonas verdes ...
... que pisar, y subir por algún lugar curioso.
